1/8/10 | By: Sr Brutal

Grados Fahrenheit

Se queman mis ojos, se inyectan de sangre cansada. Diecisiete horas bajo la sombra (y el yugo) de la soledad formal. En algunos noctámbulos paréntesis mis ojos se cerraban, mi mente se cerraba y recuerdos informes se venían a mi mente, recuerdos de cosas que jamás me han pasado, no hay por qué recordarlas, no las recuerdo.

Nada es trascendente en este instante. Mis manos adormecidas, mi cabello lavado por el aliento de la noche fenecida. Hubo un frío congelante, pensar en él es llamarlo de nuevo a la dermis de mis pies. Petrificante.

En conclusión, de esta síntesis de vagancia mental, estoy cansado, y pegarme el formato de soledad formal, y silencio formal y cojudes formal a veces es un pantalón que me queda flojo y se me cae. Un payaso sin chiste, te das cuenta, Brutal? Por eso cuando la rutina llama a tu puerta, así como hoy, es mejor morir intentado estar vivo. Captas?



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