Aunque no sea esta noche, esta semana, este mes o por desgracia… este año.

Víctima, vas a victimarme? Victimaria, vas a dejar que te desoye? Quien es quien? Donde está la bella? Y la bestia?... Carajo que bestia soy! Bestia a sabiendas, eso sí. Pero si tú eres la bestia, yo soy la carne cruda que te cuelga de las mandíbulas. Cruda pues, cariñito. Porque creo que ya me llevas más carriles de los que cualquiera podría creer. Yo nací en el ochentaicinco, tú naciste en el noventa. Y eso a mí, my lover no me da ventaja ni un carajo. Pero puede que el aventajado sea yo… será porque me gusta perder? Si, si, si ya sé, soy de los que quiere ganar la apuesta sin apostarle a nada. Cuando gano es porque pierdo, y cuando pierdo es por que gano, y el doble, baby. Ya ves que en el fondo soy un desgraciado, una desgracia. Te lo dije.

A veces te juro que te creo tanta mariposita estomaguera, que casi casi me las contagias.

Hoy alguien me dijo que la cagada que estoy haciendo no es de hombres. Realmente me estoy convirtiendo en un monstruo? A ver mira mi ojito infectado… creo que eso es un indicio de mi metabolismo alienigeno -¡ya me jodí!-

No creo ser un granpucta, pero por si las moscas, al final del juego (ganes tú o yo) voy a darte lo más sincero de lo que me quede de corazón, así, algo de patas, pero por dos razones: primero, porque no te mereces nada malo y segundo, porque necesito recuperar lo bueno de mí.

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