
No hice poesía, me oriné en los pantalones, eso si en aquel 89 en el jardín de niños 210, para ser más exacto en el aula amarilla. Número pedo y aula pedo. ¿Por qué nos meten la mariconada desde chiquitos? Creo que un tiempo me gustaron los niños, pero mis hormonas masculinas prevalecieron hasta hoy y por ello se me van los ojos con las faldas cortas acompañadas de caderas anchas. No hice jamás poesía, fue solo un engaño para que, Deysi, ese culito rico con patas se enamore de mí, fue la primera que escuchó una declaración de amor desde mi boca, fue la primera que me dijo que no. Nunca hice poesía, por que con esa (esta) ortografía no se puede, no va, es como ponerte un corset y zapatillas para jugar fútbol, a menos que seas un dragqueen… pero yo algún día quiero ser dragqueen, quiero hacer puenting vestido de dragqueen, quiero mentar la madre a diestra y siniestra vestido de dragqueen, y si Deysi culito rico con patas se enamora de mí por solo ser un putito chistoso solo le diría: Nunca fui poeta, te puedes ir.
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