Arranqué tu humanidad de mi memoria y te creí dios, capaz de partir mi vida en dos o multiplicarla en mil. A tu sonrisa la pulí con pensamientos divinos y no noté, no comprendí que te desterraba de mi propia sonrisa. Y fui infeliz. Tus manos las enjuagué en mi sangre, y vivo… morí. Morí mil veces, tres mil veces y volví a nacer tres mil veces más… siempre, en espera de mirar tu voz o escuchar tu mirada. Por que eras de otros mundos… a mis ojos, eras de otros mundos, y yo… de esta tierra corrompida por el amor y el miedo quise fugarme a buscarte donde nada empieza, donde nada termina: En el olvido, y olvidé todo menos olvidarte. Pero fantásticamente, como muchas otras cosas difusas te volviste un demonio más, otra llaga pasmada… y anduve, por este mismo mundo corrupto con el afán de corromperme de tal manera que cuando vieras mi cuerpo ponzoñoso, realmente desearas ser dios y no puedas siquiera consumir algo de mí, para no maltratar tu perfección. Pero jamás fuiste dios. Y yo jamás estuve corrupto. Somos almas entonces, no fugadas de esta tierra y este aire, y este fuego… si no almas con cuerpo, forma… y anhelo.
La corrupción no existe, dios tampoco…
1 cartuchos quemados:
ohe ke tas fumando ???
aunke esta parte ta piola:
En el olvido, y olvidé todo menos olvidarte.
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