Ciudad Puntos Suspendidos.

En el baño de un restaurante de mala muerte, dos cucarachas hacen el amor: Antenas, ojos, alas, abdomen, patas. Dime si no tengo razón, no hay tiempo para tener asco, y no hay asco para perder el tiempo, o ganarlo con trampas. Ahí afuera donde bajas del micro con el pie de derecho o el parque donde te aborda un tipo vendiendo caramelos, ahí afuera perteneces. Todos los taxis están a la búsqueda de ti y a la vez no te quieren, es más no les importas. Ese remedo de globalización local nos lava el cerebro con ropa de marca y comida chatarra. Oh! Amamos la congestión de nuestros sentidos. Trujillo, eres verde, tus ciudadanos son verdes, la comida es verde… el sol es verde. Un caballito de totora se resume a un llavero made for other people, because if you use it, you are a chusco.

Todas las bandas de música importantes van a la capital, nosotros somos los provincianos pues. Vamos a verlo en youtube o en alguna página caleta de Perú.21, por que en el Popular me queda ver tetas en formato vedette o figuritas de los animales del mundo. Animales, did you read? Anima-less.

Anticucho de patita por favor.

Medias pantis, señorita.

Por aquí amiguito pruébate sin compromiso, nomás.

Ponche amiguito? Por aquí.

Películas, películas… tres soles.

Trujillo es una ciudad con un cielo extraño, parece un vientre gris estriado en estas épocas. Un vientre gris que parece contener un feto pasmado, algo que jamás nacerá… solo esa lluvia absurda y a destiempo.

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Si me quitaran totalmente todo
si, por ejemplo, me quitaran el saludo
de los pájaros, o los buenos días
del sol sobre la tierra,
me quedaría
aún
una palabra...

(Jorge Romualdo)

Siempre he sentido que no tengo derecho a escribir de nada, a publicar nada, es más, a ser leído.

Impío

Arranqué tu humanidad de mi memoria y te creí dios, capaz de partir mi vida en dos o multiplicarla en mil. A tu sonrisa la pulí con pensamientos divinos y no noté, no comprendí que te desterraba de mi propia sonrisa. Y fui infeliz. Tus manos las enjuagué en mi sangre, y vivo… morí. Morí mil veces, tres mil veces y volví a nacer tres mil veces más… siempre, en espera de mirar tu voz o escuchar tu mirada. Por que eras de otros mundos… a mis ojos, eras de otros mundos, y yo… de esta tierra corrompida por el amor y el miedo quise fugarme a buscarte donde nada empieza, donde nada termina: En el olvido, y olvidé todo menos olvidarte. Pero fantásticamente, como muchas otras cosas difusas te volviste un demonio más, otra llaga pasmada… y anduve, por este mismo mundo corrupto con el afán de corromperme de tal manera que cuando vieras mi cuerpo ponzoñoso, realmente desearas ser dios y no puedas siquiera consumir algo de mí, para no maltratar tu perfección. Pero jamás fuiste dios. Y yo jamás estuve corrupto. Somos almas entonces, no fugadas de esta tierra y este aire, y este fuego… si no almas con cuerpo, forma… y anhelo.

La corrupción no existe, dios tampoco…

No-M-bre

Tu nombre se pronuncia y aparece. Existe en la realidad pero no solo existe, tu nombre es.


Tu nombre dice quien eres tú, tu nombre explica quien eres, se explica así mismo y más que una palabra tiene algo más que significado, y ese significado no se pierde aunque repita tu nombre muchas veces, mil veces, infinitas veces.


Tu nombre me abarca, me habita y vuela… me lleva a ti.


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Punto Seguido

Puede tu ausencia empujarme a un poso oscuro y frio. Puede tu ausencia contraer todas mis explosiones. Puede tu ausencia desaparecer pueblos y ciudades que me habitan, incluso puede matar estrellas hasta llegar a supernovas en el olvido. Puede tu ausencia reírse de mi locura. Puede tu ausencia crucificar con injusticia mis acciones, además de encarcelar todas mis intenciones. Lo que no puede tu ausencia es que yo me ausente de mi mismo.

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Auto-autopcia

Menguar, sucumbir a la verdad del ahora. Sonreír con una cicatriz en la boca y mirar el vestigio de lo inevitable ¿o acaso tenemos un poder sobrenatural para salvar aquello que parece moribundo? Digamos que si tenemos ese poder ¿Queremos reanimar ese ente en estado vegetal? ¿O somos necrófagos inexpertos que jugamos al doctor de urgencias? Como sea el caso, nunca se sabe la total verdad… y no queremos saberla, no sirve de mucho a veces la verdad, al menos no para el alma cuando está corrompida por arañazos y golpes en la barriga.

Oh, huele feito este cuerpo, de quien es? Diablos, mira su cara, está toda jodida... a ver abre aquí... mierda que es esto?!

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Reflejo

Me miré al espejo, había una variación deforme de mí… un monstruo quizás. Pero en todo caso, en cierto modo, me gusta la alimaña que veo en mí, ese poder de convertir lo malo en bueno y lo bueno en algo peor que malo… es puro vicio lo mío. Pero aun así, como si saliera “lluvia” en el televisor… veo por momentos a Alberto, de cinco años… de doce… de veinte… y todos ellos dicen o expresan algo, algo vago y suele doler o acariciar. Pero que chucha no? Ahora es ahora… y a veces, ahora… viene el past, el past inperfect, a transformarse a mutar con el presente, y hacer un puré de actos y recuerdos… y me pasa así ahora, en estos días. El cadáver inmortal de mi, se pasea por un campo de flores, está loco, no sabe qué hacer… se hace preguntas, y por diversión no las responde, sabe… que no siente amor, sabe que no tiene rencor, que su fealdad es hermosura y que su belleza esconde terrible suciedad.

Hay algo que me hace feliz, la gente que vive a mi alrededor, la gente que alguna vez evité, o que evito aún. Gracias por decirme que no soy tan miserable como pregono, gracias.

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013

Condenarnos al archivador del olvido

Traernos de regreso en el momento más inoportuno de la noche
Buscar entre páginas amarillas el orgasmo primero
O la emoción última del despido.

Aniquilar al amante de turno con el silencio esquivo
Y mentirle que es lo más bonito que nos ha pasado.
Lo malo de esto es que nos gusta esta atroz maña
No sabemos que será del amor mañana
Si será el diástole sin corazón o la caricia sin mano
Que habite nuestros cuerpos ateridos.

Amor, amamos el amor pero ni de ti ni de mí
Hemos comprendido ni una pisca
Y pisca a pisca, y muerte a muerte
Nos habremos fundido en el archivador del olvido.



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Esperanza.

De cuando somos iguales

Tomas un cigarrillo entre tus dedos, lo enciendes y lo consumes mientras ves la tv. Yo también me fumé un cigarrillo que tomé de tu bolso, que tomé con tu permiso, que fumé en tu presencia, creo que de eso ya desde que tengo 18 años compartimos cigarrillos. Cigarrillos, estamos preocupados o tristes.

De cuando te colmo la paciencia y te doy la idea de que no te quiero

A veces mamá me mira con una cara de pregunta incontestable, con cara de amargada y la comprendo, no se merece nada de esto. Puedo ser mejor hijo, pero quizás soy muy cobarde…

De cuando tú tampoco sabes algo pero lo aprendes con el tiempo

¿Te acuerdas cuando no sabías prender ni siquiera el computador? Ahora hasta ves secuencias de cocina en la red y tienes más cuentas de redes sociales que yo.

De cuando eres mi amiga

Cuando lloro de ira porque he fallado, cuando me desahuevas con tus gritos de indignación, cuando me dices que habrá otra mejor, cuando me recuerdas que la vida es una constante lucha… esas veces y otras más, esas veces te admiro mamá.

De cuando eres mi madre

Ella corta las cebollas apuradita, no sé, parece una máquina imparable y me siento pequeñísimo, torpe, atrasado años luz… y retrocedo en el tiempo y son las tres de la mañana del mil novecientos noventaitantos, y yo que no aprendo a dividir, y tú molestísima, no iría a dormir si no aprendía. Aprendí, e hice todos los ejercicios de la pizarra frente a mis compañeros. Aprendí a esforzarme. Y regreso en el tiempo y corto el zapallo en tiras para la sopa, todo aburrido yo. Tienes un hijo inmaduro que ha aprendido mal y tú, siempre me lo perdonas.

Esperanza. Te amo. Eres mi madre. No, no voy a decirte “feliz día mamá”, no va con la ocasión (y con mi manera absurda de ser), en todo caso: Gracias Esperanza, Gracias!

No estés triste. http://albertomines.blogspot.com/2009/05/solo-hay-una.html