A estas horas...

La discordia con las mujeres es un caso crítico de gripe sin estornudos, se te acumula el moco y mueres, una, dos y mil veces. Te ahogas, te ahogan y pataleas por salir a esa superficie común y normal, la superficie de siempre donde están tus amigos, la familia, el trabajo, las medias sucias y los cigarrillos que subieron de precio.
Ah! Estoy vacío como para escribir algo trascendente (si es que acaso escribo cosas trascendentes). Solo Julieta Venegas me dice: “Por qué no escuchas lo que está tan cerca de ti” Probablemente sea así, no escuchamos un carajo, porque no queremos, porque no nos limpiamos las orejas, por q estábamos despistados… por que la verga que te parió, quien sabe pues. Acaso tu, mi lady, también oes cuchas lo que digo? Entonces no jorobes pe mamacha, todos tenemos nuestro cuarto de hora que dura toda una tarde. Los chanchos no vuelan, te percataste?
Todos nos hacemos los resentidos, si o no dulzura? Todos creemos haber madurado mas que la parejita de turno, o no mister Lovely Boy? Muñequitos de cartón, que sensibles somos. Pero que asquerosos somos, pintaditos de niño o niña grande, bullshits!
Dije que estoy vacío para escribir algo trascendente. Aun no he almorzado.