Me cago por tí

Tío Pepe, a donde te ha llevado el amor, o acaso la locura, o acaso la mujer que contornea tu vejez, o tu juventud que por lo visto no se ha oxidado aun. Ya quisiera llegar a esa atmosfera, traspasar ese planeta del desenfreno sano.

Hasta cuando esperaremos nosotros, los imberbes, a probar esa fruta seca pero jugosa donde destilas la real esencia del amor hecho de amor para crear amor? Nos llega, tampoco es de estar tan viejos (Espero).

Tío Pepe, me descuadraste, te tatuaste en el hombro en honor a Tía Edita: “Me cago por ti”.





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