Feliz dia de San Valentín dear Pornography Viewer

Al señor siempre le llegó la insípida sensación de creer (o saber) que su capacidad de redactar (o acaso decir?) se fugaba en el momento menos conveniente, así como ahora. Como ahora que hace veinticuatro horas se reunió con los amigos del trabajo para compartir un plato de comida, un plato de amistad, un plato de cosas que no se dicen, por lo menos cosas que no se dicen con palabras. Porque así son los amigos, porque así son los que llamamos conocidos, o como nos llamamos? Ojala, por el bien de la especie, que tengamos por lo menos un concepto resumido de lo que es ser amigos (resumido pero especifico y claro).

Ya hoy, por la mañana me dediqué a trabajar, hoy fue mi primer día laboral en el Real Plaza, fue tranquilo, la vista era agradable bajo el sol, la gente zumbando alegre y para ese entonces ya había olvidado que era catorce de febrero, que mucha gente había escuchado hipnotizaba a Alberto Plaza, que solo dormí dos horas, que lo que tenía para ese día era tres ex novias y muchos amigos a los que el resto del día demostré mi ingratitud. Y me dediqué a mirar piernas, y culos y tetas, y caras bonitas si es que las hubo pero esa parte de las caras no las recuerdo. Para bien, cumplí con mis objetivos de turno y por ende me sobrealimentaron con una hamburguesa más grande y un helado, comí a reventar.

Llegué a casa y no tenía ni un puto sol para llamar (al azar) a alguno de mis amigos más queridos y bebí jugo de maracuyá, y dormí cuatro horas, y me senté a escribir aquí porque al abrir mis ojos legañosos me percaté que durante el compartir de un plato de comida, a ninguno le dije: Feliz Día. Y lo quise decir ahora. Feliz Día. Y antes de empezar este post se lo dije a mi mamá. Feliz Día. Y se los digo a mis amigos de siempre. Feliz Día. Y a los amores y desamores de siempre. Feliz Día. Y a mí. Feliz Día.

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