13/11/08 | By: Sr Brutal

Tunel .



… Y entonces entre en un entorno viscoso, olía a hueso y amor viciado… escuché gritos, conversaciones… suspiros, todo era tan confuso. Tenía el mapa entre mis manos pero estaba mojado por mis incontables lágrimas de ira y desesperación. Parecía una película de horror donde cualquier circunstancia era favorable para aquel ente extraño que me perseguía. Me paré en medio de la oscuridad… el silencio aumentaba, ya ni me respiración podía escuchar. ¿Acaso era la calma? ¿O era la presencia de mi cadáver? ¿Qué otros cadáveres habían en aquel espacio?
No podía ver nada. ¿O era yo sencillamente con los ojos cerrados?
Sabía que en mi mano derecha tenía una última botella de agua, en mis bolsillos tenía algunas monedas y en la mochila una polero con algunas cascaras de mandarinas que comí hace unas horas. No sé como llegué a parar aquí. O quizás lo sé… pero es que… todo estaba tan tibio aquí dentro, tan cómodo… tan fácil.
Si no calculo mal, ya habrán pasado casi 23 horas desde que entré aquí… hay solución. Y la verdad que la solución… no es salir. Si no… limpiar el lugar, abrir los ojos… y encender la luz.
¡¡¡¡Dios… donde está el interruptor!!!!!

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