017

Como la carne muere, la carne mata
Como la tierra pare, la tierra traga.
Todo empieza en el origen y al origen se va.
Vuela una mariposa nocturna
La luz de la luna la protegerá,
Ahí en las acacias el canto del silencio
Arrulla la espera de los hombres.
Una laguna de cristal se quiebra y el caos
Se disuelve en el roció de las flores
Todo empieza en el origen y al origen se va.
Unos cierran sus ojos, otros los abrirán
Porque un paso adelante puede ser uno atrás
Como la tierra pare, la tierra tragará
Como la carne muere, la carne matará.

Flash

Con los amigos se vuelve a lo mundano, a lo callejero… escupes en la acera y nada tiene por que advertirlo. Has venido a este mundo para divertirte. Hablo con Ricardo por el Messenger y me envía un icono animado de una vaca (con facciones masculinas pero pueriles) que salta y un dedo suyo (acaso una pesuña) te señala como si te dijera “Tú, el de la camisa verde a cuadros”. Ricardo me confiesa que le encanta ese icono y yo le digo: -Que! Seguro es una fascinación casi sexual- Pues sí, me encanta como sus ubres rebotan cuando saltan.

¿Sabes que quiero? Lo quiero todo.

Me entretengo viendo videos de Fangoria y ojeando las páginas del librito del último Cd de Miguel Bosé (Cardio) que me regaló Libia.

Horas despues... Un disco de Libido... Pop Porn... en nuestra otra vida, cuando te conocí.

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De pronto tus ojos lloraron arcilla, tus mejillas se secaron y tu boca se torció en una cicatriz carnosa incapaz de dar un beso o repartir una sonrisa. Tu cabello se lo lleva el viento siempre ondulado por ese aire gris que respiras. Ya desde hace soles que tu estas media muerta, desde hace lunas que tus pupilas se hinchan de malicia, que pena, pero ya no me causa intención afligirme por tu condición descarnada.

Aprendí a vivir bajo las esporas de tu risa, a comer de tu mano sucia y a oler tu hedor. Ya no era humano entonces, animal… un animal furioso y corroído por la ira. Pero, ya ha pasado para mí esta tormenta, he vuelto a la misma casa de sencilla de siempre. Adiós.

Un tajo en tu vientre late, un hueco profundo y negro se bate al exterior, a este mundo de hierro y sal. Pugna, mujer de barro, por que tus pechos no emanen vinagre. No soy de tus pueblos ni tus lluvias. Adiós.

016

Volver a recoger flores de tu vestido,

Todas las veces de todos los soles

Bañarme en el rocío de tu cara,

Encenderme de nuevo en la luna

A tu lado, gata amarilla, gata de colores

Quédate en mi techo, habítame

Como me habitan todas estas calles,

Como me habitan todos estos mundos

Porque en tu mundo donde habito

No estoy solo, sino tu carne despegada

De tu vientre animándome a seguir

Por el sendero de la vida nuestra,

Y nuestra es la vida, toda entera.

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