Voy a cometer un crimen en estos días, lo presiento… no, serán dos o tres. Crímenes pasionales, la pasión pues… por lo grotesco, lo oculto, insano y cursi. Esta vez Dios no me va a perdonar nada, nadita nada.
¡No te entiendo un carajo! Primero me acaricias y luego… luego te haces como si este gatito no fuera de tu gusto: “Tienda de animales oferta gato de raza pero con sarna, limpio pero asqueroso, lléveselo por tan solo una mentira y recibirá un zarpazo de regalo”.
Si, es verdad he tramado infinidad de cagadas para joderte y te aparezcas (por lo menos) sin pulso en esta oficina central.
Esta vez, contigo… no intentaré ganar, sino perder… a ver qué te parece, a ver si te gusta. Esta vez no voy a buscar llegar a la meta, si no que la meta llegue a ti, mientras que yo en la butaca de atrás aplaudo tu actuación.

0 cartuchos quemados:
Publicar un comentario