¿Como matar a un muerto sin que deje de respirar?

Desde hace varios meses (más de los que tiene un año), te busco. Te busco en el internet, en universidad a las que jamás entro, en escuelas para locos desenfrenados sin intensiones de curarse, en el té, en todas las canciones, te busco en los jirones que más anduvimos, en la misma luna de siempre., en los poemas a medias, en las medias mías que alguna vez te pusiste. Te busco y aunque te encontrara es probable que no te encuentre, y aunque me buscaras el resultado sería lo mismo.

Yo no me deprimo, pero en compensación me acuerdo de ti. Creía, que era imposible pensar en una persona todos los días. Me equivoqué. Te he pensado todos los días. Pero eres como los demonios que suelo tener, te has vuelto en uno más y me acostumbré a tu mal formada presencia.

Si. Y si estás ahí escuchando como tiro de la cuerda para salir, escucha también que no dejé de pensarte, hasta ahora que he querido matarte otra vez.

Y no me da vergüenza ni mucho menos miedo. Puedes aprovecharte. Algún día has de estar muerta, aunque yo muera primero, si no lo estoy ya.



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