18/3/16 | By: Alberto Minés paz

El Maquinista

Soy el maquinista. Voy a altas velocidades pero igual lento voy. Te llevo a donde quieras y nunca sé a dónde voy. Estoy roto, no soy el maquinista, yo soy el maquinista, todos somos el maquinista. Lo sé, loco no estoy.

Mira mis pulcras manos ¿Crees que voy a dañármelas por ti? Yo manejo la máquina y nunca tomo el timón. Si dejas que te lleve ten por seguro que no soy responsable de tu destino, soy el maquinista, no soy el maquinista. No sé, loco estoy.

Querido, querida. Escucha todas las canciones, son una locura, son un amor. No tengo la mínima intención de llevarte por buen camino, no hay camino, el camino se hace al matar. Escucha todas las canciones, las guitarras serruchando tu carne, batiendo en el viento el olor de la sangre oxidada. Yo soy tu lastre y tu dios. Yo soy.

Un martillo, dos martillos, mil martillos y dos mil martillos martillando el clavo en tu corazón. No seas cobarde, canta. Haz el amor. Mira cómo se abren las bocas, dos bocas, mil bocas y dos mil manos. Manos saliendo de las mismas bocas. Es la desesperación. Es como un niño en una mecedora esperando el ocaso.

Todos te dan las gracias después de romper tu mandíbula. Todos te escupen cuando te abrazan. Todos somos el maquinista. El tren es el maquinista. Tú eres el tren, yo soy el riel. Tú eres el riel, yo soy la explosión.


Mira los cuerpos, mira los ombligos y los tímpanos. No hay más, las altas velocidades desintegran el ser y solo queda la sensación.
11/3/16 | By: Alberto Minés paz

Hora exacta

Cierra los ojos. No hay palabras. Son mil canciones con una sola letra, un solo tema. Mira la magia, da miedo.

Mis palabras no alcanzan, están limitadas por la verdad, por que siempre he mentido... soy un estafador pero amo este mundo... este mundo de mierda.

¿Te das cuenta? Soy un niño sucio en el escenario mas pulcro y decente. ¡Que indecente!

No, no tengo palabras serias. Ha sido todo un complot unipersonal, he confabulado conmigo mismo y he coordinado cada asalto y estocada, y aquí me ves con el cuchillo en la mano y los restos de un sueño abusado. No me perdones (de nuevo).

No more words, please!