Me encontraba acostado sobre mi cama e imaginé como si escuchara muchas canciones a la vez, y que aún así todas eran comprensibles...
Salgamos a devastar esas calles, riamos despreocupados de nuestras edades, consumamos nuestra juventud para generar más juventud y así entonces devolverle a las ciudades un poco más de luz, esa luz que nos arrancó alguna vez ese amor inexplicable o esos problemas propios de esa edad que no terminamos de vivir.
Salgamos a devastar esas calles, esas paredes y asfalto, ese cielo perturbado que siempre nos supo inspirar.
Seamos jóvenes y viejos a la vez, viejos como esas canciones de the Smiths que recién aprendimos a escuchar o jóvenes como alguna melodía de Coldplay.
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